Tal vez nuestro miedo innato a la oscuridad no sea más que una adaptación desarrollada por nuestros antepasados quienes evitaban hacer actividades nocturnas por el miedo a ser atacados por los grandes depredadores que rondaban sus aldeas. No hay dudas de que son los grandes felinos los cazadores nocturnos por excelencia, es por esta razón que la mayoría de sus ataques hacia los humanos ocurren durante las noches. Sin embargo, según un artículo publicado en PLoS ONE, la probabilidad de que seas atacado por un león se reduce en las noches de luna llena.
Para los grandes felinos como los tigres, leones y leopardos, salir a cazar durante las noches es una gran ventaja gracias a que poseen una excelente visión nocturna. Sus ojos tienen una estructura sumamente especializada llamada tapetum lacidum, la cual refleja y amplifica la luz que entra por sus pupilas para ser aprovechada por los fotorreceptores de sus retinas. Sin embargo, se ha demostrado que la intensidad de la luz de la luna afecta su comportamiento nocturno, reduciendo la cantidad de animales cazados durante las noches de luna llena.
Para determinar si el efecto de la luz de la luna también puede influir sobre los ataques a humanos, un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota liderados por el biólogo Craig Packer han analizado los más de 1,000 casos registrados de ataques de leones a humanos ocurridos entre los años 1988 y 2009 en Tanzania —de los cuales los dos tercios fueron fatales— y los han comparado con la fase de la luna y la hora a la cual han ocurrido.
Los resultados mostraron claramente que la gran mayoría de los ataques ocurrió en las horas más oscuras de la noche y dependía de la fase en la que se encontraba la luna. Como se puede ver en el gráfico, más del 60% de las víctimas fueron atacadas entre las 18:00 y las 21:45.
Cuando se analizaron los datos a nivel de horas, los investigadores observaron que la tasa de ataques fue de 2 a 4 veces mayor los 10 días siguientes a la luna llena (en la figura: 15-19 y 20-24) entre las 18:00 y 21:45; mientras que la tasa de ataques fue baja, a estas mismas horas, entre el 5° y 14° día del ciclo de la luna. Esto se debe a que en este momento la luna empieza a aumentar su luminosidad a medida que pasan los días y, además, sale muy temprano por el horizonte; mientras que después de la luna llena, la luna disminuye su luminosidad y aparece mucho más tarde por el horizonte. También se encontró diferencias en las temporadas lluviosas y secas ya que las nubes bloquean la luz de la luna.
Sin dudas, los predadores nocturnos han moldeado y ayudado la forma como hemos evolucionado ya que nos han impulsado a construir albergues donde pasar las noches, así como también dominar el fuego para espantarlos y protegernos. Sin dudas, la gran cantidad de ataques nocturnos se dan a primeras horas de la noche porque a esas horas los humanos realizan muchas más actividades que a media noche o en horas de la madrugada.
Referencia:
Packer C, Swanson A, Ikanda D, Kushnir H, 2011 Fear of Darkness, the Full Moon and the Nocturnal Ecology of African Lions. PLoS ONE 6(7): e22285. doi:10.1371/journal.pone.0022285