CUENTO GANADOR DEL CONCURSO DE CREACIÓN LITERARIA 2010 DEL COLEGIO SS.CC RECOLETA: 3ER PUESTO (CATEGORÍA A)
Título:
PARA ALGUIEN ORDINARIO
Título:
PARA ALGUIEN ORDINARIO
-Ya voy Scar, gracias; dije. Colgué el teléfono y fui rápidamente.
Alcé la mirada y contemplé por una breve eternidad al ser que tanto ansiaba. 23.38 pm. No lo podía creer.
Me fui, sobraban palabras. Me invadió un fuerte deseo de volver a tener la misma vida de antes, no sabía cómo, miedo. No toleraba toda esta situación. Mi miedo se incrementaba, mis lágrimas recorrían lentamente por mis mejillas hasta desvanecerse, no sabía lo que me esperaba. ¿Funcionaría?, eso esperaba. Rápidamente me dirigí a la primera estación del tren. Buscaba el vagón indicado, creo que me equivoqué. Aun así lo tomé. Tomé asiento en lo primero que vi, creo que era un apoyador de manos. No lo sé. Tenía miedo. Me cegué, quería volver a la vida de antes. Emoción. Sí, me aferré a esa idea. Lo único que quería en ese momento era volver a ser la misma de antes.
Recuerdo perfectamente la expresión atónita de una chica de mi edad, al verme en la parte trasera del vagón, una tal María o Marín, según lo que oí. Se parecía a mí, ambas diferentes al resto. Vestir distinto y hasta raro, hablar peculiar, caminar peculiar, mirada curiosa. Muchas veces me pregunto: ¿por qué hacer lo mismo que el resto? ¿Si toda la gente camina de un modo parecido, por qué no intentar otro? Otro modo mejor, ligero y divertido. Otro que cause gracias a la gente y me arranque una sonrisa. Eso hacía.
Pensarás que en todo este tiempo que no te escribo me he vuelto loca, querida Anna, pero no es así, sencillamente me encanta desentonar con el resto. Tal vez sea esa la razón por la que trato de comenzar mi día con una sonrisa. Me resulta chévere ir desentonada con el resto de la humanidad. Me hace sentir especial. Distinta. No puede ser locura aquello que disfrutas a cada minuto. Minutos, minutos y más minutos. Muchas veces me pregunto acerca del tiempo. Tiempo que nunca para, ¿y que si parara? Sería arriesgado, novedoso, y… ¿Qué podría ser más divertido que repetir algo? Hmm…. prefiero pensar que no. Y… ¿Cómo poder ser tan ordinaria? Imposible. Aburrido.
Conforme el tren avanzaba, mi miedo se acrecentaba. ¿Quién era?, ¿que sentía?, ya ni me reconocía, estaba sola. Me desesperé, me fui al otro vagón. Me fue peor. Bajé del tren en quién sabe dónde. Tan solo quería huir, me adentré en algún bosque. El viento del frío invierno calaba mis huesos, por un momento me sentí aliviada, y es porque aun no llegaba. Empecé a caminar lento, ligero y despreocupado. No sabía ni dónde estaba, hasta que vi una carretera. Maldita sea, me decía, no quiero ir. Si quería, solo que tenía miedo. ¿Cómo volver? ¡Ni hablar! Prefería vivir tranquila con esta vida “nueva”, aunque la idea de volver se estaba apoderando de mí. Pero ¿Qué pasaría si encontraba a mi esposo? Prefería evitarme la vergüenza. Riesgos, riesgos y más riesgos. No lo soportaba.
Sabes que detesto hablar de mí Anna, detesto que hablen de mí, odio hablar del resto, no quiero ser igual al resto, pero a él, tan pequeño e inocente ¿Cómo odiarlo? debería haberle dado todo mi amor. Me invadió el pánico, no sabía qué hacer. Decidí afrontarlo, sabía que de una u otra forma lo iba a tener que hacer.
Deambule largo tiempo, sin rumbo, al lado de la carretera. Tal vez así borraría ese fuerte deseo de volver. De pronto me di cuenta que faltaba poco para llegar, se me agotaron las ideas de distracción. Empecé a sentir un intenso nudo en la garganta, no sabía lo que pasaría, no pude resistir más, me desmoroné. Trataba de mostrar la mejor cara posible, me resultaba imposible. ¿Arruinar su infancia?, no gracias.
No sé cómo, ni a qué hora, pero llegué, alivio. Me sentía emocionada, con todas las ganas de volver a vivir como antes, ¡los vi! Ahí estaba mi hij....allí estaba Pierresito. Lo vi de espaldas. Había crecido un montón. Estaba al lado de un hombre a quien no reconocí. Me acerqué a la ventana de la casa lentamente para saber quien rayos era. Michael no lo habría dejado con un desconocido. Igual yo ya no era digamos “parte” de esa familia; pero aun así, los amaba. ¿Y ellos? No me preguntes eso por favor Anna. Sabes que siempre he considerado que mi decisión fue la correcta. Solo que esta vez…pues… cumple 5. Y quería ver qué tal le iba. Me asomé poco a poco a la puerta principal, estaba a punto de tocar el timbre… pero volteé, los dejé. Que egoísta estaba siendo. ¡Idiota! ¡ idiota!, ¡idiota! Me quería morir. Mi vida ya no tenía sentido, pero no era tan inmadura, oportunidad.
Me he abierto demasiado Anna, sé que estoy inquietando tu eterno encuentro con Dios. Me sentí nuevamente ordinaria, igual al resto. Lamentablemente tuve que vivir con eso. Ahora todo parecía tan difícil. Mis estudios en la Escuela de Artes Escénicas en Juilliard se hacía cada vez más complicada. Me faltaba algo. Me faltaba amor. Aun así estaba “bien” creo. ¿Qué habrá sido de Michael?, me preguntaba. Y si lo llamo para cerciorarme que lo esté cuidando bien… no. Mejor no. Para él lo que hice no tendría perdón. Los abandoné al mes de nacido Pierre, y he vivido como una ermitaña, y sin amor, pero aun creo que hice lo correcto, pues ya no amaba a Michael. Ya no era lo mismo. Algo cambió.
Unas campanadas de la iglesia me devolvieron la conciencia. Me sentí acompañada. ¡Gracias Dios mío!
Caminé hasta llegar a un restaurant.
- Buenos días Señora. Estamos con la promo...
- Señorita.
- Disculpe, señorita, ¿Qué va a ordenar?
- Un café americano y un muffin de manzana
- Su pedido sale enseguida. Por favor, tome asiento.
Me atendieron en un santiamén. Fue el café más largo y duradero que he tomado en mi vida, me invadían tantos pensamientos que llegué a perder la noción del tiempo. Tomé mi pluma y empecé a escribir:
LISTA PARA PIERRE
*Haz tus tareas a tiempo.
*Ten muchos y buenos amigos.
*Se siempre amable
*Abraza a papá, el te ama.
*No llores.
*Sé fuerte.
Me gustó esta pequeña lista para Pierre. Ya totalmente aburrida y sin nada mejor para distraerme, me conecté al MSN desde mi celu pero no había nadie conectado, esto no me hacia sentir más aliviada, así que entré a facebook. En el estado de una amiga decía: “Los mejores amigos son como las estrellas, aunque no siempre se ven, sabes que estarán ahí”. Hermoso. ¿Amistad, amor? Yo no sabía qué era eso. Vivía cegada. En mi estado decía “La gente se ríe por qué soy diferente, yo me río por qué todos ellos son iguales”. ¿Gracioso no? Pero cierto.
Aunque me gusta ser diferente. No sé cómo pude equivocarme tanto en un solo día, dañar tan repentinamente nuestras vidas. Empiezo a creer que abandonarlos no fue la mejor idea.
-¿Señora Reyes?
-No, equivocado.
Colgué. Pánico.
-Señorita Reyes, llamamos del hospital central de Nueva York. No nos cuelgue, es urgente.
Me quedé atónita.
-Sí, dígame.
-Su hijo, Pierre está nuevamente hospitalizado. Necesitamos un donante de un tipo de sangre especial, y creemos que en estos momentos usted es la única que nos puede ayudar.
-Ehmm…disculpe pero estoy fuera. Mi esposo Michael Halner no puede…
-¿Michael? Aguarde un momento, déjeme revisar los registros
- Él fue el que llevó a mi hijo la última vez al hospital.
-Señorita Reyes, siento informarle según nuestros registros que el Señor Halner falleció hace ya 5 años.
-……………………………….
-¿Señora? Disculpe... eh…
-¡Estoy en camino!
Colgué. Llamé a Scarlett, mi investigadora, quería una explicación.
-¡Scarlett! ¿¡Quien te pago para que me mintieras!? ¡¡ ¿23.38pm?!! ¡Michael murió al irme!
-Señorita Reyes, ¿Se encuentra Ud. bien?
-¡¡¡No lo estoy!!! Nunca lo ha estado. Exijo una explicación
-Usted y yo sabemos cómo funcionan las cosas en este negocio. Yo ya cumplí mi parte, usted pidió hora, lugar y fecha para “reencontrarse” con su “familia”, yo se la di.
-Pero en ningún momento me mencionaste lo de Michael, ¡estúpida!
-Señorita su única familia es y era en el momento que acordamos, el niño Pierre. Eso es todo. ¡Le haría mucho bien empezar a salir con sus amistades!
¡Me colgó! No supe que hacer. Te necesitaba Anna, y mucho, más que nunca, ¿sabes?.. ¿Familia?, ¿amor?, ¿amistad? Qué rayos era eso. No lo sabía. Eras la única familia que tenia Anna, aunque solo vivas en mi memoria, aun eres la única verdadera familia que me queda, la única amiga.
Quise volver a la normalidad, fui a mi casa en California. Pero al día siguiente al leer el periódico...
“NO HUBO VOLUNTARIOS, NI PADRES, NI AMIGOS.
Niño de 5 años, Pierre Halner Reyes, muere por falta de voluntarios para donarle el tipo de sangre requerida en Hospital Central de Nueva York” resaltaba el titular.
Casi me da un paro cardiaco. Fue mi culpa. Y la quise remediar, aunque no sabía cómo. ¿Y que si en Juiliard jamás me hubieran aceptado y me hubiera quedado con ellos? No. Estaría perdiendo una gran oportunidad. Pasado, maldito pasado. Ahora ya no más, quiero cambiar.
NUEVA LISTA PARA PIERRE
*Disfruta cada momento, que la vida es solo una.
*No seas igual al resto, sé tú mismo.
*Defiende lo que sientes y lo que crees
*No te rindas, nunca te rindas.
*Ten presente que siempre habrá quien te quiera
*No seas confiado y disfruta la vida, es hermosa
*Quiérete mucho y tolérate.
Karina Pérez: La escritorita.
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PDT: Este cuento ha sido puesto tal cual se presentó al concurso de ¨Creación Literaria¨del Colegio SS.CC Recoleta , en el cual Karina Pérez, o sea yo :D ganó 3er puesto en la Categoría A. Espero que lo disfruten, lo hice con mucho cariño para todo aquel que lo lea :).
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