Hay un pequeño relato que sería bueno recordar antes de dejar que la ira nos domine y guíe nuestras acciones…
“Esta era una mujer de avanzada edad, que tenia una nietecita de caracter muy irritable.
La mayor parte de las veces cuando regresaba del colegio, arrojaba su mochila, gruñia un par de veces y luego se quejaba con su abuela de la maldad de los niños de la escuela.
Cierta vez, su abuela penso en darle a conocer una enseñanza, asi que cierto dia convinieron en salir juntas al campo, ya habian caminado varios metros hasta que finalmente se dirigieron a un pozo de agua el cual reflejaba las
hermosas flores que sobre el mismo se eregian y que, curiosamente en esa ocasion rodearon el rostro de la pequeña cuando dirigio su mirada hacia el pozo.
Mira abue ! dijo la niña, hay una niña muy linda dentro del pozo… su abuela sonrió y le pidio que saludara amablemente a su nueva amiguita… hola dijo la pequeña sonriendo, mientras miraba al pozo, para sorpresa suya, la niña se mostro muy amable y le devolvio el saludo y la sonrisa.
Es una niña muy amable, le dijo a su abuela, no es como mis compañeros del colegio.
Ahora salúdala enojada -le dijo su abuela-, aun sin entenderlo asi lo hizo, puso ambas manos alrededor de su cintura,
y le grito a la niña del pozo lo mas fuerte que pudo… mas para desagrado suyo, la niña tambien le respondio enojada, y el eco del lugar, le hizo percibir con mayor fuerza aun la respuesta… indignada, la pequeña corrio donde su abuela y le manifesto, que no queria volver a ver a esa niña tan insolente que hace unos instantes habia conocido en el pozo.
Tiernamente la anciana la cogio entre sus brazos y enjugando sus lágrimas, a llevo hasta el pozo. La niña que viste en el pozo, es como tus amiguitos de la escuela, cuando los tratas bien, cuando les sonries, ellos te responden alegres y
sonrientes; pero cuando los tratas mal, ellos tambien lo hacen de la misma manera.
Soltándose de su abuela, la pequeña se dirigio al pozo, miro a la niña que tambien estaba llorosa, le pidio disculpas… y le pidio que sea su amiga.
De ahi en adelante, la conducta de la niña mejoro mucho, ahora cuando regresaba del colegio, le contaba a su abuela, todos los nuevos amiguitos que habia hecho.
Este pequeño relato, me hace recordar que lo externo es tan solo un reflejo de nuestro mundo interior.
Todo rie cuando reimos, llora cuando lloramos !!!
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