César Zelada / Mariátegui
10/05/11
Después de la primera vuelta electoral, los diversos analistas políticos, han comenzado a hablar de la necesidad que tienen los candidatos a la presidencia de buscar aliados para ganar las elecciones generales del 5 de junio. Es decir, que una Alianza política es una cuestión coyuntural, que se puede realizar entre personalidades de diversa ideología, con fines de corto plazo.
Y en efecto, es un principio en política el arte de hacer alianzas para conquistar el objetivo que en este caso es ganar el ballotage. En este sentido, Ollanta, audazmente, se ha tomado foto con los ex candidatos PPK, Luis Castañeda y Toledo.
De estos, solo Toledo dio una conferencia de prensa apoyando tácitamente a Ollanta. Pero luego, frente a una crisis interna, retrocedió y dijo que no apoyará a nadie. No obstante, algunos tecnócratas y bases de Toledo se pasaron a enfilar las bases de GANA PERÚ. En menor medida, hay bases de PPK (como las de Acuña, Yehude Simons), e incluso de la Juventud del PPC, que han cerrado filas frente a la amenaza dictatorial del fujimontesinismo.
Mientras que, Keiko Fujimori, solo ha podido conseguir el apoyo tímido de PPK y de algunos técnicos como Hernando de Soto y Alfredo Ferrero (responsable de la firma del TLC con USA).
Por otro lado, si hablamos de Acuerdo Político, estamos hablando de la firma de un documento bajo un objetivo más estratégico como ser co-gobierno. En este sentido, GANA PERÚ tiene un acuerdo político con la izquierda democrática como el Partido Socialista, el Partido Comunista Unidad, Partido Socialista Revolucionario, etc. que apunta hasta el 2016. Al parecer, Keiko no tiene ningún acuerdo político.
Lo que tiene Keiko Fujimori es un Pacto político. Los Pactos se hacen en función de las ideas y una estrategia de largo plazo. Es como el Pacto de la Moncloa en España después de la caída de la dictadura de Franco, entre el Empresariado, Medios de Comunicación, la Iglesia, el PSOE y el PP, entre otras instituciones políticas y sociales. Este Pacto se realizó con el objetivo de cambiar algo para que nada cambie. Un Pacto en defensa del sistema neoliberal-capitalista que evite la cárcel para los dirigentes corruptos y genocidas de la dictadura.
Claro que a diferencia de España, el Pacto político que realizó Fujimori y Montesinos con la clase dominante, se quebró por la maravillosa rebelión de masas que lo derrocó. No obstante, ahora tratan de recuperar terreno frente a la “amenaza” de un gobierno nacionalista que tiene moral y un programa de reformas que quiere realizar una verdadera transición democrática.
FUENTE: http://mariategui.blogspot.com/
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