Un resumen de la agitada existencia de una actriz que se la pasa entre fiestas, cárceles y tribunales
(AP / Reuters)
MARÍA PÍA BARRIENTOS
Redacción Online
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¿Cuántas vidas es uno capaz de vivir en tan solo 25 años? ¿Cuántos escándalos es uno capaz de protagonizar en un cuarto de siglo? ¿En qué momento una actriz pasa de promesa a presa de la justicia y de la prensa? Pregúntenle a Lindsay Lohan. La reina de la parranda y la vida disipada cumple hoy 25 primaveras y a manera de resumen o bizarro homenaje, llámelo como quiera, creemos conveniente hacer un recorrido -no exento de emociones y mucha turbulencia- por su corta pero intensa existencia.
DE REINA DE LOS NIÑOS A SOBERANA DEL ESCÁNDALO
Tenía 12 años cuando la conocimos. La pequeña y pecosa Lohan se llevó todos los aplausos al interpretar a dos pícaras niñas en “Juego de gemelas” (1998). El mundo se enamoró de ella, de su frescura y de su inocencia. Cinco años después la volvimos a ver en “Viernes de locos” (2003). Ya había crecido, pero ese magnetismo seguía intacto. Lohan se convirtió en la chica dorada de Disney y en la reina adolescente de la febril muchachada. Sin embargo, en ese tiempo había otra estrella con la que batallaba la soberanía juvenil: Hilary Duff (protagonista de la serie “Lizzie McGuire”). La amorosa disputa por un rubio galán (Aaron Carter, el hermano de Nick de los BSB) entre las dos diosas de Mickey Mouse fue uno de los primeros escándalos que protagonizó Lohan. Tenía 16.
Tenía 12 años cuando la conocimos. La pequeña y pecosa Lohan se llevó todos los aplausos al interpretar a dos pícaras niñas en “Juego de gemelas” (1998). El mundo se enamoró de ella, de su frescura y de su inocencia. Cinco años después la volvimos a ver en “Viernes de locos” (2003). Ya había crecido, pero ese magnetismo seguía intacto. Lohan se convirtió en la chica dorada de Disney y en la reina adolescente de la febril muchachada. Sin embargo, en ese tiempo había otra estrella con la que batallaba la soberanía juvenil: Hilary Duff (protagonista de la serie “Lizzie McGuire”). La amorosa disputa por un rubio galán (Aaron Carter, el hermano de Nick de los BSB) entre las dos diosas de Mickey Mouse fue uno de los primeros escándalos que protagonizó Lohan. Tenía 16.
Sin embargo nada parecía poder obnubilar su escalada estelar, aunque ahora suene extraño en ese momento su carrera todavía era lo que más resaltaba. En el 2004 los paparazzis empezaron a poner su ojo en ella. Su despampanante figura y su fama de fiestera empezaron a protagonizar titulares. Sin embargo, su carrera seguía ascendiendo. Lindsay protagonizó éxitos de taquilla (no por ello buenas películas) como “Chicas pesadas” (2004) y “Herbie a toda marcha” (2005). Luego todo empezó a cambiar.
En el 2006 Lohan pasó a las ligas mayores. Ya se había dicho que padecía desórdenes alimenticios y que era adicta a las drogas y al alcohol. Pero lo que vendría atraería aún más a los medios: según varias fuentes, la actriz protagonizó una candente escena con la top model Kate Moss. Ambas habrían pasado una noche de copas (noche loca) en un club de Nueva York y habrían terminado besándose.
Luego los paparazzis empezaron a seguir a Lohan como abejas a la miel. La joven rubia era sinónimo de titulares.
LIVIN’ LA VIDA LOHAN
Después, Lohan pasó a integrar el trío dinamita. Las otras dos: Britney Spears y Paris Hilton. Las tres salían de parranda cada noche. Es más, el año pasado se publicaron unas fotos bastante subidas de tono (que datarían del 2006) en las que se ve a Paris y Lindsay besándose y a esta última con una jeringa en las manos. Sin embargo, la amistad terminó en bronca. Lindsay habría sido vista besando al ex galán de Hilton, Stavros Niarchos, lo que molestó a la delgada socialité.
Después, Lohan pasó a integrar el trío dinamita. Las otras dos: Britney Spears y Paris Hilton. Las tres salían de parranda cada noche. Es más, el año pasado se publicaron unas fotos bastante subidas de tono (que datarían del 2006) en las que se ve a Paris y Lindsay besándose y a esta última con una jeringa en las manos. Sin embargo, la amistad terminó en bronca. Lindsay habría sido vista besando al ex galán de Hilton, Stavros Niarchos, lo que molestó a la delgada socialité.
Sus problemas con el alcohol y las drogas se volvieron públicos. Según la revista “People”, Lohan comenzó a atender reuniones de alcohólicos anónimos a finales del 2006. En el 2007 todo explotó. En enero de ese año ingresó por primera vez a rehabilitación, lugar al que volvería en menos de 4 meses, tres días después de chocar su auto y ser arrestada por manejar en estado de ebriedad y por presuntamente haber consumido cocaína.
Once días después fue nuevamente arrestada, esta vez por posesión de cocaína, lo que la hizo volver a un centro de rehabilitación. Lohan se había convertido la protagonista de su propia película: la de su ocaso.
Por un momento las cosas parecieron tranquilizarse un poco, aunque claro, estuvieron salpimentadas por su sonado romance con la DJ Samantha Ronson, relación, que para variar, no terminó bien. El resto también es historia conocida, como todo en la vida de Lohan.
Luego de no presentarse a la corte, porque estaba en Cannes y no volvió a tiempo para la cita (su abogada dijo que le robaron el pasaporte) la jueza ordenó que la actriz llevara un bracelete que monitoreara si consumía alcohol. El aparato fue ‘mágicamente’ arreglado el día en el que se llevó a cabo la fiesta por los MTV Awards. Lohan fue recluida en prisión. 13 días después salió en libertad, para ser recluida una vez más en rehabilitación. Sin embargo el prontuario de Lohan no acaba allí.
El patrón volvió a repetirse. El fallar por lo menos un examen antidrogas hizo que volviera a la corte y posteriormente, a la cárcel. Luego, para variar, se fue derechito a un centro de rehabilitación. En este año el supuesto robo de un collar valorizado en US$2.500 la volvieron a hacer protagonista de una batalla judicial. Lohan fue condenada a 35 días de arresto domiciliario, el mismo que concluyó el pasado jueves.
¿Aprendió por fin la lección? Una fiesta en su casa (con alcohol incluido) mientras se encontraba cumpliendo su sentencia y el haber salido a parrandear el día en el que salió en libertad parecen decir que no.
¿EL PADRE DE TODOS LOS VICIOS?
Es un hecho, el padre de Lindsay parece no ser exactamente un buen modelo a seguir. Michael Lohan no solo dijo que Lindsay habría sido “concebida durante una orgía de marihuana”, sino que por años él mismo abusó de las drogas y el alcohol. Además pasó años en la cárcel, donde ha ingresado en múltiples ocasiones y por distintos motivos, como estafa e intento de asalto. La última vez que tuvo problemas con la ley fue hace tan solo tres meses, tras agredir a su novia.
Es un hecho, el padre de Lindsay parece no ser exactamente un buen modelo a seguir. Michael Lohan no solo dijo que Lindsay habría sido “concebida durante una orgía de marihuana”, sino que por años él mismo abusó de las drogas y el alcohol. Además pasó años en la cárcel, donde ha ingresado en múltiples ocasiones y por distintos motivos, como estafa e intento de asalto. La última vez que tuvo problemas con la ley fue hace tan solo tres meses, tras agredir a su novia.
Además, las peleas entre ambos han sido más que monumentales e incluyen declaraciones y escándalos públicos. La cereza al pastel es que Lindsay quiere quitarse el apellido y tan solo usar su primer nombre, mientras a Michael se le ha ocurrido la brillante idea de convertirse en tutor legal de su pequeña, esa que un día perdió el camino.
¿Sus dominios? los tribunales, las discotecas y los centros de rehabilitación. ¿Su carrera? hoy por hoy prácticamente inexistente. Lindsay es una reina sin corona, una estrella estrellada por las drogas y el alcohol, por las fiestas y la vida loca. Hoy cumple 25 años. ¿Es que la soberana del escándalo tendrá cura?
DIARIO EL COMERCIO
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