La polémica estrella realizó sesión de fotos durante su arresto domiciliario en su mansión de California
(Vanity Fair)
Lindsay Lohan no se quedó de manos atadas durante su arresto domiciliario. Por el contrario, le sacó provecho. Mientras estuvo cumpliendo su pena en su mansión de California, la controvertida actriz aprovechó para grabar un comercial e incluso para protagonizar una sesión fotográfica para la edición italiana de “Vanity Fair”.
El encargado de inmortalizar a ‘Lilo’ fue el fotógrafo Alan Gelati. El reconocido artista ha encontrado en la residencia de Lohan el entorno perfecto para organizar una sesión de fotos de lo más completa.
Según recoge Europa Press, Lindsay confesó lo que pensaba sobre su arresto: “A no ser que seas un asesino, no veo razón para quedarme aquí. Nunca he hecho daño a nadie excepto a mí misma”.
Lohan dijo además que lo que pretende ahora es volver a centrarse en su carrera profesional, y quiere volver al trabajo a finales de este año.
DIARIO EL COMERCIO
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