Los ochentas se han puesto de moda, pero no olvidamos lo peor de la música de esa década, con Rick Astley, Wham! y Starship en la lista
Aquí, lo más bajo de la música popular en inglés según los lectores de la revista estadounidense “Rolling Stone”.
10. Rick Astley, “Never gonna give you up”. Esta especie de ‘crooner’ sintetizado atormentó a millones en 9187, cuando puso de moda este hit y luego en 2008, cuando se puso de moda en la Internet colgar videos con títulos atractivos y inverosímiles, pero con el mismo resultado: Astley cantando su megahit sobre lo que nunca le haría a su amada.
9. Taco, “Puttin’ on the Ritz”. Con cadencia cabaretera y melodía de revista, el indonesio Taco se metió con un clásico grabado por Ella Fitzgerald y Frank Sinatra. Con un ritmo cortante salido de un sintetizador, coros con efectos en la pero tradición synthpop, Taco se merece eso, un golpe de su nombre en la cabeza.
8. Toni Basil, “Mickey”. No solo el video sino también la canción asustan un poco. Basil ensaya una porra de la secundaria, con varias voces y palmas a ritmo, para cantarle a un tal Mickey sobre lo fino que es y como al tomarla de la mano la vuelve loca. Lo único rescatable; las coreografías con las porristas (Basil fue una de ellas en el colegio).
7. Bobby McFerrin, “Don’t worry be happy”. La silbadita más ochentosa de todas. La más refrita también. De hecho, McFerrin se ha rehusado a tocarla en los escenarios porque se hartó de ella, su único gran hit. Lo rescatable: se hizo del primer lugar en los charts con un solo instrumento, su voz.
6. Falco, “Rock me Amadeus”. Dudoso honor que le hizo el austríaco Falco a W. Amadeus Mozart con un atropellado rapeo en alemán salpicado con líneas melódicas con más sintetizadores y un horroroso video con aires de recrear el ambiente del genio musical. Aunque llegó al número uno en los charts en el 86.
5. Men without hats, “The safety dance”. Teclados reminiscentes del folklore del norte de la Gran Bretaña, aunque eran canadienses; una villa medieval con enanos disfrazados como escenario del video, aunque eran los ochentas; y una letra que era un llamado a bailar “la danza de la seguridad”. Cóctel infalible para ser un recuerdo odioso (aunque exitoso en su momento).
4. Wham!, “Wake me up before you go go”. El punto más bajo de la notable y colorida carrera musical (la delictiva la dejamos de lado) de George Michael. Cuando aún mantenía su imagen de galán oxigenado, bailaba en shortcitos, cautivaba mujeres y cantaba entre conjuntos de vientos pop que quería que lo despierten antes de que lo dejen en la cama en medio de la noche.
3. Chris de Burgh, “Lady in red”. Más melosa que el turrón de Doña Pepa, esta baladita de la escribió este irlandés a su esposa, al recordarla con un impresionante vestido rojo y cómo bailaba con él “cheek to cheek”.
2. Europe, “The final countdown”. Los teclados de este tema son un llamado al final de los tiempos, a la conflagración máxima… pero de juego, nomás. Los pelucones de Europe no asustan con su “conteo final” pero aún suenan: siguen de gira y suenan en la serie “Arrested development”.
1. Starship, “We built this city”. Las cenizas de las cenizas de los grandes Jefferson Airplane se juntaron en los insoportables Starship, quienes dieron a luz a lo peor de este conteo. Cantado a dúo con Grace Slick, con letras tan absurdas como las de sus antecesoras (“Marconi toca el mambo, escucha la radio”) esta canción, que habla sobre cómo Los Ángeles de los setentas se construyó sobre el rock n’ roll (¿?) es la peor de una década llena de altibajos musicales.
DIARIO EL COMERCIO
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