En los primeros minutos se nos presenta el problema del entonces Príncipe Bertie (Colin Firth), quien tiene una tartamudez que le impide dar discursos, y unos médicos que no hacen mucho por corregirlo. Pareciera que no vamos a ver nada nuevo, que estamos ante otra película más de superación.
Entonces empiezan las sorpresas, aparece en escena el personaje de Lionel Logue (Geoffrey Rush), un terapista del lenguaje de “métodos poco ortodoxos”, que dialoga inicialmente con Elizabeth, la esposa del príncipe, para ver si puede tratar a su marido.
Tras un encuentro infructuoso, el príncipe se convence que tal vez el tal Logue puede servirle de ayuda e inicia toda una serie de terapias físicas, algunas bastante complicadas, pero ya el terapista le ha dicho al noble, que el problema es más mental que físico, aunque éste se resista a aceptarlo.
Entonces empiezan las sorpresas, aparece en escena el personaje de Lionel Logue (Geoffrey Rush), un terapista del lenguaje de “métodos poco ortodoxos”, que dialoga inicialmente con Elizabeth, la esposa del príncipe, para ver si puede tratar a su marido.
Tras un encuentro infructuoso, el príncipe se convence que tal vez el tal Logue puede servirle de ayuda e inicia toda una serie de terapias físicas, algunas bastante complicadas, pero ya el terapista le ha dicho al noble, que el problema es más mental que físico, aunque éste se resista a aceptarlo.
FUENTE: http://www.cinencuentro.com/