Un hombre completamente desnudo corriendo por el escenario, el actor que rechazó el galardón y la más grande vergüenza
MARÍA PÍA BARRIENTOS
Redacción Online
Falta poco para que la ceremonia comience. Hollywood tiembla de emoción. Aprovechando la ocasión, le propongo hacer un viaje al pasado, una turbulenta travesía repleta de sobresaltos y sacudidas, la cual incluye las decisiones que mayor impacto causaron y los momentos más emocionantes, locos y sorpresivos de las ceremonias de los Óscar. Les aconsejo abrocharse los cinturones.
¿NO HABÍA GANADO YO?
Escena recurrente, pesadilla constante. El director está seguro de que saldrá triunfador. El público hace silencio por una fracción de segundo, toma aire. La expectativa se puede oler en el ambiente. “Y el ganador es…”, dice el presentador. El director se para para ir por su premio. La gente lo mira de forma extraña. De pronto se da cuenta de su error. Él no es el ganador. Aunque no lo crea esto no solo ocurre en la ficción. Esto es precisamente lo que le sucedió al talentoso director Frank Capra. Era 1934 y el realizador en cuestión estaba nominado a Mejor Director por la película “Lady for a day”. Tras abrir el sobre que contenía el nombre del ganador el presentador, Will Rogers, dijo: “Frank, ven y tómalo” (“Come and get it Frank”). Capra se paró a recoger su premio, sin embargo a quién estaba llamando Rogers era a otro de sus competidores: Frank Lloyd. “Me sentí como un gusano miserable”, dijo luego Capra.
EL PADRINO QUE RECHAZÓ A ÓSCAR
Don Corleone es definitivamente uno de los personajes más recordados de la historia, con su voz aguardientosa y su don de mando este capo de la mafia se llevó todos los elogios. La genial actuación de Marlon Brando en “El Padrino” lo llevó a ganar el Óscar a mejor actor en la ceremonia de 1973, sin embargo este decidió no aceptar el premio actoral más codiciado del planeta y tampoco se presentó para explicar en persona el por qué. La activista indoamericana ‘Sacheen Littlefeather’, que iba en representación de Brando, fue quién se acercó al escenario. Cuando el presentador le extendió la dorada estatuilla ella negó con la mano y en su discurso explicó de manera muy cortés que el actor había decidido rechazar al buen Óscar. ¿La razón? Estaba en contra de cómo eran tratados los indios americanos por la industria cinematográfica de la época.
¿GANÓ POR EQUIVOCACIÓN?
Aquí uno de los más grandes mitos de las ceremonias del Óscar. Era 1993. En la categoría de Mejor Actriz Secundaria estaban nominadas Judy Davis (“Husbands and Wives), quién había ganado el Globo de Oro de aquel año, Vanessa Redgrave (quén sumaba su sexta nominación por “Howard´s End”), Miranda Richardson (“Herida”), Joan Plowright (“Enchanted April”) y, según la crítica, en esa lista se colaba Marisa Tomei, por “Mi primo Vinny”, una comedia ligera. Se decía que la ganadora sería Davis o Redgrave, nadie se imaginó quién sería la que se alzaría con la dorada presea.
Y la ganadora es…”, dijo Jack Palance, el presentador de aquel premio y de quién decían tenía problemas con el alcohol. “Marisa Tomei”, exclamó con emoción Palance. El público se quedó con la boca abierta, ya que a pesar de que Tomei es una excelente y hoy consagrada actriz, según la crítica el nível de complejidad de su personaje no le hacía ni sombra al de sus competidoras. Según las malas lenguas, Palance se habría equivocado al leer el nombre de la triunfadora. Según otros rumores, este habría estado borracho. La verdad es que seguramente nunca sabremos la verdad. (Vea aquí el video)
DE GANADORES Y PERDEDORES
Como podemos ver con esta ceremonia nada está dicho. Muchas veces la Academia nos sorprende con sus decisiones, otras es bastante predecible. Aquí un breve recuento de los más grandes ganadores y perdedores de la historia del Óscar. Ganadoras de 11 premios cada una, “Ben Hur (1959), “Titanic” (1997) y “El señor de los anillos: El retorno del rey” son las películas que más estatuillas doradas se han llevado en la historia de estos premios.
Definitivamente estos films quedarán para siempre grabados en la mente del público. Sin embargo, no todas las buenas piezas cinematográficas han sido premiadas como los espectadores esperaban. Considerada una de las mejores películas de la historia, “El ciudadano Kane” (1941), del magnífico Orson Welles, fue nominada a 9 categorías: Mejor Actor, Mejor Película, Mejor Director, entre otras. Sin embargo, solo se llevó una estatuilla dorada: a Mejor Guión Original. Siguiendo con la lista, tenemos a “El color púrpura”, maravillosa y lacrimógena película protagonizada por Whoopi Goldberg y dirigida por Steven Spielberg. Esta fue nominada en 11 categorías. Sin embargo, no se llevó ni un solo premio, lo que la convierte en una de las mayores perdedoras de la historia del Óscar. Por otro lado, tenemos Meryl Streep, una de las mejores actrices de nuestros tiempos.
Llamarla una perdedora sería todo un error. Streep se ha llevado 2 estatuillas a su casa. Sin embargo, ha sido la actriz más nominada a los premios, lo cual es bueno, pero no tanto, ya que la gran Meryl ha visto como otra se lleva el premio demasiadas veces: ha sido nominada en 16 oportunidades. En conclusión, nunca se puede saber a ciencia cierta cuál será la decisión final de la Academia en cuanto a ganadores se trata. ¿Será que nos sorprenderá también en esta edición?
LA GANADORA QUE NUNCA ESTUVO
En la historia de la Academia ningún actor o actriz se llevó tantas estatuillas doradas como ella. Katharine Hepburn ganó 4 veces el Óscar a Mejor Actriz. En una de estas ocasiones (en la ceremonia de 1968) empató con Bárbara Streisand, una situación que resulta muy poco común, sin embargo hay algo que llama aún más la atención: En ninguna de las oportunidades en las que obtuvo el galardón fue a la ceremonia a recoger su premio. La única vez que esta eterna ausente pisó el escenario fue en 1974 (ya había ganado en 3 ocasiones), cuando presentó al ganador del premio Irving G. Thalberg de ese año, Lawrence Weingarten. Cuando entró al escenario el público aprovecho para aplaudirla de pie. Generalmente no se ve que un presentador sea tan ovacionado. “Muchismas gracias. Estoy muy feliz de no haber escuchado a nadie decir: ya era hora. Soy la prueba viviente de que una persona puede esperar 41 años para ser desinteresada”, dijo Hepburn en esa ocasión. (Vea aquí el video)
EL ÓSCAR AL DESNUDO
Al estilo de estos premios, esta humilde periodista decidió guardarse lo mejor para el final. Definitivamente la ceremonia del año 1974 fue una de las más sorpresivas de la historia. Un hombre se llevó el premio al momento más impresionante y no fue precisamente por algo relacionado a la industria cinematográfica. Mientras que el co-presentador de la ceremonia, David Niven, estaba a punto de anunciar un premio, un hombre identificado como Robert Opal apareció corriendo detrás de él nada más y nada menos que como Dios lo trajo al mundo. “Bueno, señoras y señores, esto tenía que pasar. ¿Pero no es fascinante que la única risa que ese hombre vaya a provocar en toda su vida vaya a ser el momento en que se desnudó para enseñar sus partes?”, dijo un sarcástico Niven. (Vea aquí el video)
Como puedes ver, el Óscar es toda una caja de Pandora, una ceremonia impredecible en la que todo puede suceder. Mañana se llevará a cabo la edición número 83 de la premiación más importante del cine. ¿Qué pasará en el Óscar 2011? No coma ansias, lo descubrirá en unas horas.
Redacción Online
Falta poco para que la ceremonia comience. Hollywood tiembla de emoción. Aprovechando la ocasión, le propongo hacer un viaje al pasado, una turbulenta travesía repleta de sobresaltos y sacudidas, la cual incluye las decisiones que mayor impacto causaron y los momentos más emocionantes, locos y sorpresivos de las ceremonias de los Óscar. Les aconsejo abrocharse los cinturones.
¿NO HABÍA GANADO YO?
Escena recurrente, pesadilla constante. El director está seguro de que saldrá triunfador. El público hace silencio por una fracción de segundo, toma aire. La expectativa se puede oler en el ambiente. “Y el ganador es…”, dice el presentador. El director se para para ir por su premio. La gente lo mira de forma extraña. De pronto se da cuenta de su error. Él no es el ganador. Aunque no lo crea esto no solo ocurre en la ficción. Esto es precisamente lo que le sucedió al talentoso director Frank Capra. Era 1934 y el realizador en cuestión estaba nominado a Mejor Director por la película “Lady for a day”. Tras abrir el sobre que contenía el nombre del ganador el presentador, Will Rogers, dijo: “Frank, ven y tómalo” (“Come and get it Frank”). Capra se paró a recoger su premio, sin embargo a quién estaba llamando Rogers era a otro de sus competidores: Frank Lloyd. “Me sentí como un gusano miserable”, dijo luego Capra.
EL PADRINO QUE RECHAZÓ A ÓSCAR
Don Corleone es definitivamente uno de los personajes más recordados de la historia, con su voz aguardientosa y su don de mando este capo de la mafia se llevó todos los elogios. La genial actuación de Marlon Brando en “El Padrino” lo llevó a ganar el Óscar a mejor actor en la ceremonia de 1973, sin embargo este decidió no aceptar el premio actoral más codiciado del planeta y tampoco se presentó para explicar en persona el por qué. La activista indoamericana ‘Sacheen Littlefeather’, que iba en representación de Brando, fue quién se acercó al escenario. Cuando el presentador le extendió la dorada estatuilla ella negó con la mano y en su discurso explicó de manera muy cortés que el actor había decidido rechazar al buen Óscar. ¿La razón? Estaba en contra de cómo eran tratados los indios americanos por la industria cinematográfica de la época.
¿GANÓ POR EQUIVOCACIÓN?
Aquí uno de los más grandes mitos de las ceremonias del Óscar. Era 1993. En la categoría de Mejor Actriz Secundaria estaban nominadas Judy Davis (“Husbands and Wives), quién había ganado el Globo de Oro de aquel año, Vanessa Redgrave (quén sumaba su sexta nominación por “Howard´s End”), Miranda Richardson (“Herida”), Joan Plowright (“Enchanted April”) y, según la crítica, en esa lista se colaba Marisa Tomei, por “Mi primo Vinny”, una comedia ligera. Se decía que la ganadora sería Davis o Redgrave, nadie se imaginó quién sería la que se alzaría con la dorada presea.
Y la ganadora es…”, dijo Jack Palance, el presentador de aquel premio y de quién decían tenía problemas con el alcohol. “Marisa Tomei”, exclamó con emoción Palance. El público se quedó con la boca abierta, ya que a pesar de que Tomei es una excelente y hoy consagrada actriz, según la crítica el nível de complejidad de su personaje no le hacía ni sombra al de sus competidoras. Según las malas lenguas, Palance se habría equivocado al leer el nombre de la triunfadora. Según otros rumores, este habría estado borracho. La verdad es que seguramente nunca sabremos la verdad. (Vea aquí el video)
DE GANADORES Y PERDEDORES
Como podemos ver con esta ceremonia nada está dicho. Muchas veces la Academia nos sorprende con sus decisiones, otras es bastante predecible. Aquí un breve recuento de los más grandes ganadores y perdedores de la historia del Óscar. Ganadoras de 11 premios cada una, “Ben Hur (1959), “Titanic” (1997) y “El señor de los anillos: El retorno del rey” son las películas que más estatuillas doradas se han llevado en la historia de estos premios.
Definitivamente estos films quedarán para siempre grabados en la mente del público. Sin embargo, no todas las buenas piezas cinematográficas han sido premiadas como los espectadores esperaban. Considerada una de las mejores películas de la historia, “El ciudadano Kane” (1941), del magnífico Orson Welles, fue nominada a 9 categorías: Mejor Actor, Mejor Película, Mejor Director, entre otras. Sin embargo, solo se llevó una estatuilla dorada: a Mejor Guión Original. Siguiendo con la lista, tenemos a “El color púrpura”, maravillosa y lacrimógena película protagonizada por Whoopi Goldberg y dirigida por Steven Spielberg. Esta fue nominada en 11 categorías. Sin embargo, no se llevó ni un solo premio, lo que la convierte en una de las mayores perdedoras de la historia del Óscar. Por otro lado, tenemos Meryl Streep, una de las mejores actrices de nuestros tiempos.
Llamarla una perdedora sería todo un error. Streep se ha llevado 2 estatuillas a su casa. Sin embargo, ha sido la actriz más nominada a los premios, lo cual es bueno, pero no tanto, ya que la gran Meryl ha visto como otra se lleva el premio demasiadas veces: ha sido nominada en 16 oportunidades. En conclusión, nunca se puede saber a ciencia cierta cuál será la decisión final de la Academia en cuanto a ganadores se trata. ¿Será que nos sorprenderá también en esta edición?
LA GANADORA QUE NUNCA ESTUVO
En la historia de la Academia ningún actor o actriz se llevó tantas estatuillas doradas como ella. Katharine Hepburn ganó 4 veces el Óscar a Mejor Actriz. En una de estas ocasiones (en la ceremonia de 1968) empató con Bárbara Streisand, una situación que resulta muy poco común, sin embargo hay algo que llama aún más la atención: En ninguna de las oportunidades en las que obtuvo el galardón fue a la ceremonia a recoger su premio. La única vez que esta eterna ausente pisó el escenario fue en 1974 (ya había ganado en 3 ocasiones), cuando presentó al ganador del premio Irving G. Thalberg de ese año, Lawrence Weingarten. Cuando entró al escenario el público aprovecho para aplaudirla de pie. Generalmente no se ve que un presentador sea tan ovacionado. “Muchismas gracias. Estoy muy feliz de no haber escuchado a nadie decir: ya era hora. Soy la prueba viviente de que una persona puede esperar 41 años para ser desinteresada”, dijo Hepburn en esa ocasión. (Vea aquí el video)
EL ÓSCAR AL DESNUDO
Al estilo de estos premios, esta humilde periodista decidió guardarse lo mejor para el final. Definitivamente la ceremonia del año 1974 fue una de las más sorpresivas de la historia. Un hombre se llevó el premio al momento más impresionante y no fue precisamente por algo relacionado a la industria cinematográfica. Mientras que el co-presentador de la ceremonia, David Niven, estaba a punto de anunciar un premio, un hombre identificado como Robert Opal apareció corriendo detrás de él nada más y nada menos que como Dios lo trajo al mundo. “Bueno, señoras y señores, esto tenía que pasar. ¿Pero no es fascinante que la única risa que ese hombre vaya a provocar en toda su vida vaya a ser el momento en que se desnudó para enseñar sus partes?”, dijo un sarcástico Niven. (Vea aquí el video)
Como puedes ver, el Óscar es toda una caja de Pandora, una ceremonia impredecible en la que todo puede suceder. Mañana se llevará a cabo la edición número 83 de la premiación más importante del cine. ¿Qué pasará en el Óscar 2011? No coma ansias, lo descubrirá en unas horas.