sábado, 5 de febrero de 2011

Proyecto de Vida - Parte 3: Alimentando la Vida Creativa

Se que muchos estaban esperando la tercera parte de esta serie titulada: "Proyecto de Vida", para quienes no han tenido ocasion de leer mis 2 anteriores publicaciones, les dire que se trata de unos consejos formulados por el dr. Dobson, brillante consejero y creador del programa "enfoque a la familia". Sin mas, ahi va la tercera entrega y les animo a todos a leerlo!! Kari :)

Alimentando la Vida Creativa
Por Elisabeth Adams

 El auto está estacionado, y me encuentro en el asiento del pasajero: nariz con nariz  con la pantalla de mi computadora/ordenador sobre mi regazo. Mi conexión inalámbrica está a muchos kilómetros, y es el momento de escribir un artículo. Si puedo acallar todo este ruido en mi cabeza.

Olvídate de la libreta del escritor: Creo que tengo un caso completo de déficit de creatividad. En los “días buenos”, me siento estimulada, fascinada y satisfecha por todos los llamados que Dios ha hecho en mi vida. En los “días malos”, estoy desalentada, abrumada, y total y absolutamente "seca".

Alguna gente me sorprende. Se despiertan en la mañana, toman su café, y se sientan a crear. Sacan de sus mentes rascacielos y sinfonías, poemas y pinturas, estilos de ropa, fórmulas químicas, programas de computación, combinaciones de sabores completamente nuevos y mundos completos de imaginación. Con una creatividad semejante a la de Dios. Sacan algo de la nada, día tras día tras día.

Para un observador externo, el proceso creativo parece un poco corto en lo milagroso. Notas, líneas colores, sabores, fórmulas y códigos; personajes, cuartetos (poesía) y hasta los propios golpes a las teclas que estoy usando en este momento: ¿De dónde viene todo esto?

¿Recuerdas a Bezalel? Dios lo escoge para darle forma a la Tienda de Reunión con telas de color azul, púrpura y escarlata; oro, plata, bronce, madera de acacia, pieles de animales y piedras preciosas. Lo llamó para que completara las tareas combinadas de carpintero y costurero, bordador y grabador, joyero y fabricante de tiendas. Y luego Él le dio la habilidad para hacer todo eso.

¿Recuerdas a Salomón? No sólo era famoso por su sabiduría, pero también era un autor prolífico: más de mil canciones y tres mil proverbios (la columna de consejos más vendida de su tiempo). Salomón era sincero sobre el trabajo que involucraba escribir tantos libros: colecciona dichos o refranes que aguijonearan a sus lectores en el comportamiento sabio, sopesándolos, acomodándolos y buscando el más delicioso giro. Él era igualmente sincero con respecto a la fuente de sus palabras: "Ellas son dadas por un Pastor."

Ese Pastor dador de palabra, ese Diseñador, [Aquel que] concede habilidades es mi mismo Creador, el Único que prometió que nunca me dejaría. Así que ¿qué pasa con la libreta del escritor? Considerando al Residente Experto, ¿por qué he tenido que experimentar alguna vez un lapso en la creatividad?

Jesús lo deletreó para mí de esta manera:

Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí ustedes no pueden hacer nada.

Permanezcan, es una acción: "para estar (en un lugar, estado, relación o expectativa dada)," para "continuar, morar, perdurar, estar presente, seguir, pararse, tardarse." Esta no es una parada rápida para cargar combustible; es un estilo de vida.  No es una tarea por alcanzar, pero una relación para cultivar, día tras día tras día.  De hecho, no puedo separar el bienestar de mi vida creativa de mi salud mental, física y espiritual; y estoy feliz de que sea así. Cada fecha límite me recuerda un nuevo comienzo que necesito para permanecer en la Vid.

Pero...por todos los cielos ¿cómo es? ¿Qué significa en términos prácticos alimentar la vida creativa?

Pregúntale a Dios
. A Dios le gusta crear a través de tí; a Él también le gusta que le preguntes. Y no como un agregado al proyecto de último momento, pero como el miembro mayoritario: Sus proyectos, su poder, su gloria, y su responsabilidad. Si  permaneces en la Vid, habrá fruto. Puede que no sea el fruto que esperabas, pero será Su fruto, y será para Su gloria. Si no cumples con fechas límite, Su gloria continuará serena y sin impedimento. Ese es un lugar donde humillarse y descansar.

Come bien. Cultiva o alimenta tu espíritu y tu imaginación. Piensa en los atletas Olímpicos: Debido a que ellos demandan mucho de sus cuerpos, son rigurosamente exigentes con su inspiración. Esto no significa que estás limitado a la literatura intelectual: sólo de literatura de contenido real, ya sea de fantasía, humor, historia, filosofía, botánica, o la misma Biblia. Lee en general. Cultiva un sentido de curiosidad. Investiga nuevas destrezas. Escucha buena música. Observa la naturaleza. Ve obras de arte. Rodéate de personas que amen aprender.  Y haz muchas, muchas preguntas.

Ejercítate. Recientemente, visité el sitio Web de un artista que pinta un boceto de 15 minutos cada día, y me hizo pensar. En teoría, me niego a hacer “blogging” [tipo de sitio en la Web que permite la publicación periódica de artículos], escribir cartas, y el periodismo porque soy muy complicada para planear un artículo. (O satisfacer otras responsabilidades. O descansar. O dejar las cosas para más tarde con seriedad, según sea el caso.) Pero negar la práctica diaria es tan sensible como correr una maratón una vez al mes, y guardar mis energías el resto del tiempo.

Sé disciplinado. Identifica qué hace que entres en el surco de la creatividad; quizás escribir libremente, la lluvia de ideas, caminar o trabajar usando tus manos; y hacerlo parte de tu rutina. Encontrar la inspiración es muy parecido a pescar. Ve donde las ideas parecen estar, y quédate ahí por un rato. No tiene ninguna utilidad quejarse de que los peces no pican, si no has bajado a la orilla y has puesto tu cuerda en el agua.

Sé flexible.
Las ideas no necesariamente vienen cuando  las deseas. Habrá momentos en que invertirás largas horas de trabajo mientras la inspiración está ardiendo. Y habrá otros momentos donde estará en un patrón de “en espera.” Aprende a preguntar "¿Qué puedo hacer?" Saca provecho de los momentos de espera para limpiar la pista para cuando llegue la acción. Pero sé cuidadoso de aquellas actividades que lo succionan y en realidad evitan que llegues al marco creativo de tu mente: cosas como navegar sin sentido en la Internet, ver horas y horas de televisión, conversaciones sin sentido; o incluso organizar cada rincón de tu habitación.

Procura estar tranquilo. Las ideas necesitan un período oscuro, oculto, con el fin de crecer. Sin embargo, difícilmente el trajín diario provee espacios de quietud; tienes que ponerlos en tu horario: diariamente, semanalmente, estación tras estación, por el resto de tu vida. Sea en la realidad o en tu mente, evita el ruido de fondo. Medita, piensa, ora. Discute las cosas con Dios, y escucha lo que Él dice.

Y finalmente: Sólo hazlo
.

Si estuviera leyendo este artículo en vez de estarlo escribiendo, aquí sería donde yo entraría: "¡Esperen!" diría, "Algunas veces, simplemente ¡yo no puedo hacerlo!" Yo soy aquella que tiene que ir al estacionamiento para escapar de la distracción, ¿recuerdas? Aquella quien una vez en un último intento desesperado para enfocarse en un ensayo de la universidad, se estacionó en las gradas del sótano. Con la puerta cerrada. Y las luces apagadas.

Recientemente, huí de mi redacción lo suficiente como para visitar algunas librerías de libros usados. Dentro de mis descubrimientos estaba un libro en empaste rústico llamado Write to the Point [Escriba Directo al Grano], el cuál afina justo sobre el misterio del proceso creativo:

Al aprender cómo las personas que escriben, llamativamente ponen las palabras sobre el papel (¿hay algo especial sobre el papel? ¿de qué color es?), la audiencia espera conectarse a algo de su poder… algún truco que podamos aprender, algún secreto.

Bueno...pues no hay ningún secreto. No lo voy a convencer de esto, excepto intelectualmente, y ya usted lo sabe. No puede convencerme a mí misma. Sigo creyendo que voy a hacer algo diferente algún día y voy a empezar a escribir cosas que harán que las personas muestren un rostro de asombro.

Pero aquí está la verdad:

Las personas que escriben llamativamente escriben sus oraciones de la forma en que usted y yo lo hacemos, una palabra después de la otra.

Las posibilidades de que usted se dedique a alguna actividad creativa que desconcierte a aquellos que le rodean son muy buenas. (Si se trata de un planeamiento para las lecciones, o logaritmos, eventos sociales o condiciones de salubridad que usted esté haciendo, una lluvia de ideas, entonces, definitivamente yo soy una de sus admiradoras.) No importa qué tan insignificante le parezca, estoy segura que está llamado a algo.

Usted tiene una historia qué hacer crecer, contar, pintar, actuar, construir, cantar, gritar o esculpir; algún aspecto del carácter de Dios que enseñar, mostrar y vivir. Nadie  más puede hacerlo. Usted podría hacerlo también con mucha intensidad, si fuera necesario. Y podría empezar ahora.

No hay ningún secreto: sólo trabajo.

Solamente trabajo, y su Creador.

Para la novelista Elizabeth George, aparecerse para escribir cada día es un acto de fe. Fe de que Dios le dio talento. Fe de que si ella puede imaginarse un libro, ella puede terminarlo, una oración a la vez.

Par mí, colocar mis dedos sobre el teclado en este momento es un acto de fe. No de que escribiré algo que haga que las personas muestren sus rostros en asombro. Pero de que Dios me ha llamado a escribir este artículo hoy. Fe, no en el momento perfecto  (créanme, nunca llega), pero en Aquel que sí es perfecto. Fe de que si me siento para obedecer, Él mostrará la inspiración.

Cuando yo [llego a] crear, no soy una innovadora; soy una imitadora. Estoy hecha a la imagen de Aquel quien llama a los mundos a la existencia con una palabra. Aquel que me tejió en el vientre de mi madre, dándome ojos azules como los de mis abuelos, grandes nudillos como los de mi papá, y una mente que se deleita en palabras, palabras y más palabras. Aquel cuya Palabra viva vive dentro de mí ahora, convirtiendo mis palabras en más usos de los que yo jamás tendría ingenio para planearlas. De ahí es de donde toda creatividad viene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario