martes, 1 de marzo de 2011

Las nuevas adiciones: ¿un problema que pasa desapercibido?


Salud
Internet, deportes de riesgo, dietas de adelgazamiento, gimnasio o videojuegos son algunos de los hábitos de los jóvenes que pueden llegar a convertirse en auténticas adicciones.

Se suman a las adicciones más "tradicionales" como las drogas, el alcohol y el tabaco, y comparten con ellas un común denominador: se trata de comportamientos exagerados y descontrolados que pueden afectar seriamente la salud física y mental y deteriorar la calidad de vida si no se remedian. Se conocen infinidad de nuevas adicciones. Desde el uso excesivo de Internet, hasta la práctica desmedida de deportes de riesgo, o seguir dietas de adelgazamiento, pasando por el enganche a los videojuegos o teléfonos móviles o, incluso, la búsqueda continua del bronceado artificial.
Algunas de estos hábitos desmesurados sin sustancia todavía no han pasado a formar parte de los manuales oficiales de psiquiatría, pero parecen destinadas a hacerlo dentro de poco tiempo.
"Las llamadas adicciones psicológicas o comportamentales presentan un similar perfil clínico y enfoque terapéutico que las químicas o drogodependencias", según el doctor José Ángel Arbesú, coordinador de Salud Mental de Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Según Semergen, hay estudios de la Organización Mundial de la Salud que indican que una de cada cuatro personas sufre trastornos de la conducta relacionados con las nuevas adicciones, que pueden ir desde un "consumo" exagerado de Internet hasta la compras compulsivas, pasando por las dietas de adelgazamiento o el bronceado artificial, las cuales suelen iniciarse con una conducta ocasional que aumenta de frecuencia hasta convertirse en patológica.
En opinión del psiquiatra Javier García Campayo, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, "estas nuevas adicciones pasan más inadvertidas porque no ocurren en un mundo marginal como el de las drogas, sino que son procesos de uso habitual e incluso necesario en muchos niveles laborales".
Además - según este psiquiatra- son más aceptadas socialmente porque, "en el caso de las nuevas tecnologías, es una cuestión sólo de tiempo dedicado: la mayor parte de la gente usa Internet o los celulares, pero el enfermo los es porque lo utiliza mucho más tiempo".
"Además, aún no están reconocidas en las clasificaciones internacionales -a excepción del juego patológico-, ni lo estarán en la nueva versión DSM-V que presumiblemente verá la luz en 2013, debido en parte a su juventud y al hecho de que rompen con el concepto clásico de adicción, vinculado a sustancias específicas como el alcohol y otras drogas", añade.
Entre los rasgos de la personalidad que condicionan al futuro adicto sin sustancia se encuentran la impulsividad disfuncional, baja autoestima -con frecuencia asociada a carácter neurótico, con la inseguridad, hipersensibilidad, timidez y tendencia a fobias sociales- e introversión, asociada a síntomas ansiosos.
"Generalmente transcurren varios años desde que aparecen los primeros síntomas hasta que se realiza el diagnóstico, porque el paciente no suele tener conciencia de enfermedad y los familiares pueden tardar en darse cuenta de la situación", apunta el doctor Arbesú.
El tratamiento suele basarse en la psicoterapia cognitivo-conductual, incluir el apoyo psicológico de grupos de autoayuda para entender y modificar las causas que han llevado a la adicción y "a veces pueden ser necesarias ayudas farmacológicas para facilitar el control de la adicción", según García Campayo.
"Además el seguimiento debe ser compartido por psiquiatras, psicólogos y médicos de familia, con el fin de facilitar una atención integral del paciente", explica el doctor Arbesú, quien recalca que "en las adicciones psicológicas la motivación para el tratamiento, siempre que haya conciencia del problema por parte del paciente, es mayor que en las inducidas por sustancias químicas".
Las nuevas tecnologías
"En la consulta por adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías quienes acuden suelen ser adolescentes o jóvenes traídos por sus familias debido a las muchas horas que permanecen encerrados en su habitación con Internet", afirma el psiquiatra García Campayo.
Según Arbesú, "algunas conductas son más frecuentes en mujeres como las compras compulsivas (80 por ciento de los casos) y otras más en varones en edades medias de la vida, como la ludopatía (tres varones por cada mujer) o la adicción al trabajo. La adicción a Internet o a su contenido se da en personas más jóvenes que disponen de mucho tiempo libre".
Por su parte, el curso de la adicción a las compras suele ser crónico en el 60 por ciento de los casos, y se puede asociar con otros trastornos del control de los impulsos, trastornos del estado de ánimo, desórdenes de la conducta alimentaria (como el trastorno por atracón y la bulimia nerviosa), y trastornos obsesivo-compulsivos.
En cuanto a la adicción al trabajo, que afectaba principalmente a los hombres, en los últimos años se ha extendido también entre las mujeres y se calcula que más del 20 por ciento de la población trabajadora mundial presenta esta adicción, según Semergen.
Por su parte, la adicción a Internet - a la red o a su contenido- suele instaurarse cuando altera aspectos importantes en la vida, como los lazos familiares, el trabajo o la situación económica, pasando a ser centro de interés permanente, quedando entonces la "vida real" relegada a un segundo plano.
"El objetivo del tratamiento sería adaptarse a un uso adecuado de Internet y no la abstinencia completa", según García Campayo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario