domingo, 14 de agosto de 2011

Sabores contra el frío: crema de tomate


¡Hola! ¿Cómo te está yendo con las preparaciones y técnicas que hemos visto hasta el momento? Espero que tu pasión por la cocina vaya despertando cada vez más. Hoy te mostraré a preparar tu primera crema, deliciosa y abrigadora, porque ¡¿qué frío está haciendo estos días, no?!
Te recomiendo tomarla de noche, tranquilo -o tranquila- y con la mente despejada, como para dejar atrás el largo día de trabajo. Te prometo que al probarla sentirás ese engreimiento de abuela. Si estás solo en casa, tómala disfrutando de una buena película, con una frazada sobre los pies. Si estás con tu esposo(a)/novio(a) en casa, mírense a los ojos, sonrían y disfruten cada bocado.
CremaTomate480.jpg
(Foto: Matthew Allard)

LA PREPARACIÓN
Reflexión rápida: una crema es un líquido ni tan ligero que parezca una sopa, ni tan espeso que parezca un puré. Es el resultado de mezclar algo sólido (que lo vamos a licuar para volver pastoso) con algo líquido (el agua de la cocción). Esto nos dará algo cremoso = nuestra crema. Esa es toda la lógica.
Ahora… ¿cómo hacer que sea sabrosa? Aquí voy (y luego vas tú). Luego de lavarme las manos, lavar bien mis insumos y hacer mi mise en place, arranco:
“Algo sólido”
Pelo una papa amarilla (¿grande o chica, Gian? De tamaño promedio, no te compliques), media zanahoria (también pelada), y 4 tomates concassé (mira este video).
Corto todo en cubos. No necesito que sean cortes perfectos porque luego licuaré todo. Esta vez lo haré en cubos del ancho de mi dedo, si te queda la duda (un dato: cuando cortas los alimentos, se cocinan más rápido).
Pongo todo lo pongo en una olla (uso una grande, los insumos cortados no llegan a la mitad). Echo agua hasta dos dedos por encima de los alimentos (agua del caño, claro, porque hervirá en la preparación).
Dejo cocinar durante 15 minutos a fuego alto. Con la punta de mi cuchillo, pincho un pedazo de papa. Como siento que el centro está blando, sé que ya está lista. Si la papa ya está cocida, la zanahoria y el tomate también lo estarán. Apago el fuego.
"Eso sólido lo vuelvo pastoso"
Agarro un bol grande y pongo encima un colador. Vierto todo lo de la olla. No boto el líquido, ¡ni hablar! Hay sabores y vitaminas ahí dentro que no quiero perder. Pongo los alimentos dentro de una licuadora. Agrego una taza del agua de la cocción y licúo a máxima potencia. Uno, dos, tres... Veinte segundos y ya está. Eso lo vuelvo a poner (esta vez sin colar) en la olla.
"Eso pastoso lo con algo líquido para obtener la crema"
Prendo el fuego. Han pasado veinte minutos desde que empecé y ya no falta casi nada. Vierto una o dos tazas más del agua de la cocción (dependiendo la textura que quiero que tenga) y remuevo con una cuchara de palo.
Ahora la sal
Aquí va lo vital: la sal. El toque final. ¡Ese bendito toque mágico que hace tu plato una delicia o un desastre! Vamos, con fe. Te va a salir bien.
Arranco con una pizca de sal (que equivale a una cucharadita al ras), la que tomo entre mis dedos y espolvoreo en la olla en forma de círculo. Disfruta este momento. No tires por tirar la sal. ¡Eso no tiene feeling!. Son tus toques mágicos, ¿Recuerdas? ¿Cuándo has visto a un mago echar sus polvos mágicos de mala gana? ¡Noooo! ¡Nunca! Esparce tus polvos mágicos en cámara lenta, si puedes, y haciendo círculos.
Lo hago. Remuevo y pruebo. "Rectifico" (así decimos los cocineros) agregando más sal. Si está rico, ya está. Si siento que le falta sal, agrego otra pizca y vuelvo a probar.
Con esta mecánica quiero que entiendas lo que es echar sal a gusto. Empiezas con un poco y pruebas hasta que esté rico. Así de simple.
Finalmente...
Enriquezco la preparación con 1/4 de taza de crema de leche. Si solo tienes leche evaporada, úsala. Corto finamente unas cuantas (cinco) hojas de albahaca, las agrego y remuevo. ¡Listo! Ya puedes disfrutar y calentarte con tu primera y deliciosa crema de tomate.
Al momento de servir, puedes acompañarla con queso parmesano rallado y/o crutones (trozos de pan tostado).
INGREDIENTES (4 porciones)
1 ½ papa amarilla
4 tomates
1/2 zanahoria
Agua (1lt.)
Hojas de albahaca
Sal
1/4 crema de leche
¿Cómo pelar la papa y la zanahoria?
Lo ideal es usar un pelador. Si no lo tienes, con cuchillo.
Aunque no es lo ideal, la zanahoria la puedes pelar rápido raspándola con un cuchillo (lo malo es que dañas el filo).
Nutrientes
Muchos de los nutrientes de la papa están en la cáscara. En la receta he puesto la papa sin cáscara por hacer un licuado rápido. Pero, si estás con paciencia y tiempo, puedes pelar los trozos de papa luego de la cocción, antes de licuar.
Y hablando de frío...
No quiero malograr toda la emoción creada hasta el momento ni que te atragantes al disfrutar (merecidamente) de tu crema de tomate. Como un tema aparte, recuerda que tienes la oportunidad de abrigar a niños de bajos recursos donando chompas o casacas en las campañas contra el friaje que aparecerán estos días.
Sé solidario y dona calor. Tú abrígate con esta deliciosa crema de tomate, te aseguro que va a ser un gol en casa. Y ponte como meta, a cambio de esta receta, donar al menos una casaca a algún niño en este invierno. ¿Trato hecho? Genial.

http://blogs.elcomercio.pe/cocinapasoapaso/
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