sábado, 22 de octubre de 2011

5 tácticas para optimizar la productividad en la era de la distracción

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La era de la información es también la era de la distracción.Tener en un solo lugar el centro de trabajo y millones de distracciones atenta contra nuestra productividad, especialmente si hacemos networking.
Internet se ha hecho imprescindible, pero a la vez constituye una peligrosa trampa que nos hace perder demasiado tiempo en el trabajo. Nos hace creer que somos libres mientras nos hace a la vez esclavos de una viciosa rutina de malos hábitos que consumen recursos de nuestro cerebro y de la computadora.
Esto podría estar pareciendo el inicio de un discurso contra las tecnologías de la información, pero no lo es. Internet no es mala en sí misma. Somos nosotros con nuestros hábitos nocivos los que hacemos que la improductividad sea sinónimo de Internet.
A continuación 5 tácticas para optimizar nuestra productividad en la era de la información (y de la distracción).


No abras el correo a primera hora . Ir directamente a la primera tarea del día, sin perder la fuerza de arranque necesaria para comenzar bien el día laboral es lo mejor que podemos hacer. Algo que ayuda mucho (si no manejas) es conectarse con el smartphone camino al trabajo, de manera que cuando llegamos a la oficina nuestros asuntos personales quedan fuera de la jornada laboral. Van a ver qué tan efectivo resulta este ritual.
Dile no a la multitarea. En estos tiempos de sobreinformación, la multitarea se ha convertido en algo normal, pero no debería serlo. Hacer varias cosas a la vez es producto de la desconcentración y genera mayor desconcentración que extiende nuestro tiempo dedicado a una tarea determinada. Evita tener en tu navegador más pestañas abiertas de las que necesitas. Si, es cierto hay mucho que leer sobre la industria en la que nos desenvolvemos. Pero tratemos de no mezclar ese consumo de información, destinado a la hora diaria especialmente reservada para ello, con las labores específicas que debemos resolver en un espacio de tiempo determinado.
Administra tu atención, no solamente tu tiempo. Establecer una lista de tareas con prioridades, no solo de cuánto tiempo sino de cuanto nivel de concentración nos va a tomar es muy importante. Debemos reservar las tareas de menos esfuerzo y menos importantes para los momentos de mayor cansancio, es decir cuando estamos más proclives a caer en las fauces distracción.
Olvídate de la conectividad. Cuando Facebook le puso punto final a las notificaciones por correo electrónico le hizo un gran favor a la humanidad, sinceramente. Es imperativo deshacerse de la obsesión de entrar al correo o a las redes sociales o de hacerle caso a las alertas del smartphone. Se necesita disciplina, lo cual significa voluntad para cumplir un plan trazado. Esto no debería causarnos problemas, si nos gusta lo que hacemos para ganarnos la vida, por supuesto.
No permanezcas todo el día pegado a tu silla. Luego de haber acabado una tarea, o en medio de una pausa cuando esta demanda varias horas, párate, estírate, da vueltas por la oficina, disípate un rato antes de continuar o volver a atacar la siguiente tarea pendiente.
Enfrentemos la realidad: si no tenemos una estrategia de administración de nuestro tiempo dedicado al trabajo y nuestro consumo de información en Internet, estaremos perdidos, siempre vamos a sentir que nos faltan horas, el stress se apoderará de nosotros, no podremos avanzar como profesionales o nos sentiremos frustrados por dedicarle demasiadas horas a estar sentados frente al monitor, lo cual no es una rutina saludable.
¿Qué hacen ustedes para no desconcentrarse y que les alcance el día ?

Fuente: http://blogs.elcomercio.pe/trescero/2

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