martes, 15 de febrero de 2011

Besos que enloquecen - La Ciencia De Los Besos

Besos que enloquecen

Aún antes de que los labios se encuentren, nuestro cuerpo ya está trabajando


¿Por qué todos deseamos un beso? Detrás de este acto sensorial existen factores que nos permiten entenderlo. La investigadora Sheril Kirshenbaum de la Universidad de Texas recopiló esta información en un libro y explica que un beso no es una cosa tan simple. ésta es la ciencia del beso.
¿Qué es un beso? En términos concretos es un código social, pero todos sabemos que es mucho más que eso. Puede ser definido científicamente como la unión boca a boca de dos individuos o la presión de los labios sobre alguna parte del cuerpo de otra persona.
La importancia de un beso es difícil de explicar, todo depende de las circunstancias en las que se da. Por cada beso que recuerdas has dado 50 que no se registraron en tu mente.

La historia de los besos

La primera mención de un beso en un texto antiguo se da en el 1500 a. C., dentro del Atharva-Veda, los textos sagrados en sánscrito que dan origen a la religión hinduista.

Un beso es un intercambio de información sensorial a través del gusto, el olor, el tacto y otros mensajeros químicos silenciosos llamados feromonas. Este intercambio nos ayuda a tener pistas sobre el nivel de compromiso de la pareja e incluso su posible compatibilidad para la producción de descendencia. Todo eso pasa en segundos.

Para encontrar la ciencia del beso, el enfoque en el cuerpo y sus reacciones más allá de las razones de su origen. Éste es el punto importante en el libro de Kirshenbaum. Aún, antes de que los labios se encuentren, nuestro cuerpo ya está trabajando. Primero a partir de nuestros ojos. La nariz juega un papel vital debido a las glándulas sébaceas -concentradas alrededor del rostro y cuello- que secretan una sustancia llamada sebum, responsable de que cada persona tenga un olor particular.

Ya una vez que un beso se ha dado, las hormonas comienzan a trabajar. La oxitocina, encargada de crear sentimientos de cariño, por lo que se le conoce como la hormona del amor, tiende a fluir en el torrente sanguíneo cuando nos besamos.Al terminar el beso se produce un aumento de serotonina, la responsable de la sensación que no te permite dejar de pensar en la persona que has besado.

Ya lo decía Einstein: “Cualquier hombre que puede manejar de forma segura mientras besa a una chica no le está dando al beso la importancia que merece”.

Las mujeres ven besarse como una manera de medir la probabilidad de establecer un relación fija. Además valoran más la experiencia de besarse antes, durante y después de un encuentro sexual.

Los hombres ven besarse no como un fin, sino como un medio para llegar a algo más. No es casualidad que si el primer beso con una nueva pareja no se siente bien, sólo el 59% de los hombres rompe relaciones con ella y las mujeres lo hacen en un 66 por ciento de los casos.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx

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